Negocios

11 de diciembre de 2019

Para implementar procesos de innovación en tu negocio uno de los puntos críticos es definir el reto o el problema de manera funcional.

 Los retos para alcanzar y los problemas a resolver tienen que estar claramente definidos: preferentemente con adjetivos claros y relacionados con algún número. Muchas veces esto puede ser un reto como tal, y a lo largo del proceso de innovación es importante mantener la flexibilidad para redefinir la idea. En los procesos de innovación decimos así: “Un problema bien definido, ya está medio resuelto” (John Dewey). Se pueden utilizar frases que luego den pie a la pregunta. Por ejemplo, comenzamos con “Sería fabuloso si abriéramos tres sucursales más en los siguientes 6 meses”. La frase sería fabulosa nos conecta con la posibilidad, y nota que tiene medidas en cantidad y tiempo. Y ahora si para definir el reto, usamos preguntas basadas en la palabra “Cómo”, para definir el reto. ¿Cómo conseguimos los tres locales? ¿Cómo conseguimos los 3 millones de pesos para abrir los locales? ¿Cómo puedo involucrar a mi socio? ¿Cómo puedo involucrar a los proveedores? Y este tipo de preguntas abren el espacio para innovación y creatividad. Entonces, lo primero para la innovación, definir claramente el reto.