Negocios

17 de diciembre de 2019

La innovación se define como aquello que es novedoso y útil. Existen inventos que son novedosos pero que no sirven para nada. Y también hay muchos productos muy útiles pero que no tienen ninguna novedad o ningún elemento ingenioso que agregue alguna contribución nunca vista antes.

En los procesos de innovación existe esta frase que es equivócate rápido y barato. Cuando los clientes adoptan un nuevo producto, sistema, o metodología, pasa un tiempo de aprendizaje y de costumbre. Acuérdate cómo fue para ti usar por primera vez un teléfono celular. Por muy amigable que haya sido, existió un período de adaptación y de aprendizaje. Como creativo y responsable de un proceso innovador, la idea sería poner a prueba tu prototipo (más bien, tu protocepto – busca la diferencia en el diccionario…) es una manera barata y que te permita revisar ciertos elementos para que se mejore el producto o el sistema. Muchas empresas hacen grandes inversiones sin antes hacer pruebas piloto, o estudios de benchmark y a veces es demasiado tarde y existen pérdidas por no permitirse equivocarse rápido, en grupos más pequeños, con ingredientes más baratos. Así que primero date chance de equivocarte, y si de cualquier forma te vas a equivocar (o te vas a dar el chance para equivocarte desde tu total humildad), procura que sea rápido y barato. Equivocarte a lo largo de mucho tiempo y con un costo alto puede representar la quiebra de tu empresa.