Psicología

25 de marzo de 2020

Sigmund Freud es posiblemente el psicólogo más famoso y conocido del mundo, él nos habla de la histeria y la neurosis, de la interpretación de los sueños, de los lapsus lingus, de la asociación libre, del “Ello” y de otros tantos conceptos que revolucionaron nuestra manera de ver nuestros espacios físicos y psíquicos.

Es prácticamente imposible resumir todas las contribuciones del “padre del psicoanálisis” en un pequeño blog… Lo que sí te puedo compartir, es que lo que más me sorprende de su trabajo, y esto es su capacidad de crear el concepto del “inconsciente”. Freud dice que tenemos “pulsiones instintivas” (energía que necesita salir), que son frenadas por nuestras creencias, pensamientos y conductas conscientes. Estas pulsiones se frenan a través del mecanismo de la represión, por nuestro “deber ser”, pero justamente Freud explica que la represión no es suprimir ni destruir la idea, sino impedir que se haga consciente. Lo reprimido forma parte del inconsciente, y se representa por ideas, fantasías y deseos. Estas pulsiones necesitan salir tarde o temprano y se manifiestan inclusive con los lapsus lingus o en sueños, y si no somos capaces de darnos cuenta de lo que necesitamos inconscientemente, estas pulsiones se pueden manifestar como enfermedades.

Aprendiendo de esto, entre otros conceptos de Freud, voy por la vida sabiendo que tengo una parte inconsciente, de la que no me doy cuenta, pero en el instante en el que, si me percato, me hago cargo, y busco la mejor manera de atender esa necesidad inconsciente. Se trata, una vez más, de volver a aprender a través del otro, a compartir y a vivenciar con total gozo y alegría, aún y cuando nuestro inconsciente nos quiera hacer trampas.