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CONSEJOS ACERCA DE LA EMPATÍA USANDO PNL
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METAPROGRAMAS DE LA PNL
La Empatía se puede desarrollar usando técnicas de PNL. Antes de iniciar con la PNL creo que es conveniente dar una definición de lo que es la empatía, así todos los que leamos este blog estaremos alineados y no habrá confusiones (en la PNL decimos que, “si tú quieres comunicar un mensaje y éste no se recibe como deseabas, es TÚ responsabilidad cambiar la forma en que estás enviando el mensaje, no es responsabilidad del receptor”. Así que, hacerme cargo de corroborar lo que en este blog voy a tomar como empatía genera empatía, ¡porque la comunicación es clara !).
Así entonces, voy a la definición: La empatía es una capacidad que nos ayuda a comprender los sentimientos de los otros, facilitando también la comprensión de los motivos de su comportamiento, y que permite así prevenir importantes conflictos. La empatía es una de las habilidades sociales más exitosas y que en mayor medida garantizan un adecuado desempeño en situaciones interpersonales.
Uffff, qué padre se lee, ¿no? ¡Ser empático me va a apoyar a tener buenas relaciones interpersonales! ¡Woooow! Y observa que coloqué en negritas algunas palabras de la definición anterior, quizá porque durante las siete entradas de este blog hay algo relacionado con estos puntos! ☺
Ahora bien, te comento que la empatía se desarrolla desde pequeños y, en este sentido, la actitud y la educación emocional de los padres es fundamental para que un niño desarrolle empatía. Por ejemplo, un niño cuyos sentimientos son ignorados por sus padres, que le dicen frases como “deja de llorar”, “no te pongas así”, “no estés triste”, “solo sonríe y olvida”, “no es para tanto”…, aprenderá a ignorar sus sentimientos y los de los demás. Del mismo modo, un niño al que se le cuida emocionalmente: se le escucha cuando se queja, se le dan besos, abrazos, se le escucha y se le apoya a identificar lo que siente, aprenderá a escuchar sus propias emociones y las de los otros, desarrollando su empatía.
Sin embargo, aun cuando de pequeños no tuvimos un entorno promotor de la empatía (ojo, sin culpar a nadie, nuestros padres nos educaron como ellos también lo aprendieron), en este blog te voy a presentar herramientas que te servirá para desarrollarla: Los Metaprogramas de la PNL.
Los metaprogramas de la PNL determinan la forma en que nos motivamos, tomamos decisiones, lo que nos interesa, qué es lo que nos hace permanecer en un trabajo o una relación y la forma en que resolvemos los problemas, entre otras cosas. Conocer mis propios metaprogramas y los metaprogramas de los demás, me pondrán en una posición de comprender por qué la gente hace lo que hace, por qué habla de lo que habla, por qué se comporta como se comporta y por qué decide como decide. Y, ¿qué crees? ¡Eso desarrolla tu empatía!
Te comparto que, conociendo los metaprogramas de la PNL, me ha permitido desarrollar mi empatía y evitar “engancharme” con los demás cuando no hacen lo que “yo esperaría que hicieran” ante cierto evento. De entrada, ¡me ha regalado tener un vínculo increíble con mi pareja, mi familia y amigos! Y, cuando siento que me empiezo a “enganchar” entonces hago un alto, reviso mi metaprograma y el metaprograma del otro, y comprendo dónde está ese punto donde estamos chocando y tomo acciones para promover el acercamiento, es decir, ¡soy empática!
Así que te pregunto… ¿identificas a alguien con quien siempre andas “chocando” y teniendo diferencias? ¿Has buscado mecanismos para arreglar ese vínculo y no hay resultados? Quizá no alcanza con tener una buena intención para mejorar ese vínculo sino que falta EMPATÍA. Entonces, en los siguientes bloques de este blog te voy a dar algunas herramientas de las PNL que te van a apoyar para desarrollarla. Así que, ¡Comenzamos!
Metaprograma 1: “MOVIÉNDOSE HACIA” VS “ALEJÁNDOSE DE”
Aquí estoy de regreso y ahora te voy a platicar del primer metaprograma. Primero que nada hay que recordar que todo comportamiento humano tiene una intención positiva. Así, una de las formas en la que la gente busca algo (un trabajo, una pareja, un cambio en su vida, estudiar algo, elegir un viaje, etc) es “Moviéndose hacia el placer” o “Alejándose del dolor” y, de fondo, siempre hay una intención positiva.
Te pongo algunos ejemplos:
Así, para revisar cuál es tu metaprograma 1 dominante, pregúntate a ti mismo… ¿qué es lo que busco en una relación de pareja, en un trabajo, cuando compro una casa, cuando salgo de viaje? Elige varios temas, no solo uno (Ej. pareja, trabajo, comprar un bien y viajes) y anota tus respuestas. Después, revisa tus respuestas: ¿Contestaste lo que quieres o lo que no quieres? Seguramente vas a encontrar respuestas de ambos, de lo que quieres y lo que no, sin embargo, revisa, cuáles son las que dominaron. Una vez que hagas este ejercicio, sabrás cuál es tu metaprograma 1 dominante: ¿Te acercas al placer? o ¿Te alejas del dolor?.
Y bueno, con relación al tema de la empatía quizás te preguntes: ¿para qué me sirve esto? Pues, ¡para generar empatía! En la medida en que comprendas tus metaprogramas, y los metaprogramas de otros, puedes cambiar tu comportamiento para ser más empático. Así, si a una persona le motivan las cosas que le gustan, no lograrás acercarte a ella si lo que haces es hablarle sobre los riesgos o lo negativo de algo. Y viceversa, una persona cuyo metaprograma sea “alejarse del dolor”, no lo motivarás aunque le ofrezcas las “perlas de la virgen”, como decimos acá en México. Es más, quizás lo que logres es que la otra persona se sienta mal a tu lado, incomprendida, y busque alejarse o hasta se moleste contigo.
Por ejemplo, ¿estás buscando reclutar a alguien y quieres que vea la importancia y el valor de trabajar contigo? Revisa sus metaprogramas. Así, si esta persona es “aventada”, aventurera, que le gusta aprender y, quizás hasta correr riesgos… háblale de los proyectos súper interesantes y retadores que hay en tu empresa, háblale de que va a tener que trabajar con personas de diferentes culturas y hasta tendrá que viajar a otros países. Sin embargo, si esta persona es más cautelosa, le gusta un entorno seguro y quizás sin tanto riesgo… háblale de eso, de que va a tener claro cuáles son sus responsabilidades y que, aunque hay proyectos nuevos y retadores, también va a contar con la capacitación y el apoyo necesarios para llevar a cabo esos proyectos sin problemas. Y, una forma relativamente sencilla de explorar cuál es el metaprograma 1 de tu candidato, es haciéndole algunas simples preguntas, como por ejemplo ¿qué es lo que más te gusta de tu trabajo?, ¿si te cambiaras de trabajo, qué sería lo que buscarías en el nuevo trabajo?, ¿Qué cosas cambiarias de tu trabajo actual? Y, escucha sus respuestas, SIN JUICIO, recuerda que esta información solo es para generar una mayor empatía al comunicarte con él/ella.
Ahora bien, hay que aclarar que los metaprogramas NO son procesos absolutos, todos tenemos ambos comportamientos aunque hay alguno que es dominante. Además, no hay metaprogramas ni buenos ni malos, ni mejores ni peores. Simplemente son los programas que tenemos y que nos guían en la forma de comportarnos. También, hay que considerar que un metaprograma puede cambiarse, por ejemplo, cuando conscientemente me doy cuenta de que ese metaprograma me había funcionado antes pero que, quizás, ahora ya no me es funcional. Por lo tanto, conocer mis metaprogramas y los de los demás, no tiene la función de “etiquetar” sino de conocerme y conocer al otro para mejorar la empatía, el vínculo y la comunicación.
Ahora, qué te parece si haces un ejercicio para descubrir cuál es tu metaprograma 1 y, posteriormente, descubre el metaprograma 1 de alguien con quien la comunicación te cuesta trabajo, como que “chocan”, no se entienden. Revisa que quizá la forma en la que te estás acercando es con el metaprograma incorrecto para esa persona… Y, lo más importante, si te das cuenta de esto, HAZ CAMBIOS en tu comunicación y observa si el acercamiento fue más sencillo o no, es decir, HUBO MAYOR EMPATÍA, y comparte tu experiencia en este blog. ¿Te late?
Metaprograma 2: “MARCO DE REFERENCIA EXTERNO VS INTERNO”
¿Cómo te fue en la revisión de tu primer metaprograma? Recuerda que el objetivo no es etiquetarnos o etiquetar a otros, sino descubrir qué guía nuestros comportamientos y los de los demás, para generar mayor empatía. Entonces, manos a la obra: el segundo metaprograma tiene que ver con tu Marco de Referencia: externo o interno.
Te pongo un ejemplo:
Imagínate que acabas de terminar un trabajo importante para tu empresa. Recibes muchos elogios y reconocimiento. Tu jefe te felicita delante de tus compañeros y todos están muy satisfechos con tu trabajo. Ocurre una de las siguientes dos opciones:
Así, por ejemplo, si quieres venderle algo a una persona, y ésta tiene un marco de referencia externo, entonces háblale de todo lo bueno de tu producto y qué personas, famosas o conocidas, lo han usado y están satisfechos. Muéstrale los resultados de encuestas, videos o entrevistas que hablen bien de tu producto. Sin embargo, si esta persona tiene un marco de referencia interno, todo lo anterior no lo llevará a decidir comprar tu producto. Entonces, ¿cómo puedes comunicar tu mensaje? Bueno, puedes asociar tu producto con algo que esta persona ya utiliza y que está satisfecha. Es decir, esta persona YA está convencida de que previamente hizo una buena compra y ahora, con esa experiencia previa, le puedes decir que “estás seguro que tomará una excelente decisión al comprar tu producto”.
Toma en cuenta que este metaprograma está condicionado por la experiencia. Es decir, cuando has practicado algo durante años y has tenido los resultados esperados, seguramente tendrás un marco de referencia interno acerca de esto en lo que tienes mucha práctica. Si es el caso, mi recomendación es que aun así mantengas una mente abierta a escuchar otras formas de hacer las cosas y quizá aprendas nuevas maneras de lograr lo que quieres.
Ahora bien, si los marcos de referencia son muy marcados, una persona con un marco de referencia externo puede percibirse como “insegura” dado que pone demasiada atención a lo que dirán los demás. Por el contrario, una persona con marco de referencia interno podría percibirse como “necia o arrogante” dado que no escucha comentarios u opiniones ajenas. Entonces, para este metaprograma te recomiendo, como decimos acá en México, “ni muy muy, no tan tan”, es decir, busca tener un equilibrio entre externo e interno.
Y la pregunta obligada… ¿cómo puedo descubrir el metaprograma 2 en mí y en los demás? Observa la forma en la que te expresas y se expresan. Por ejemplo, si alguien quiere visitar un lugar y tiene conversaciones como: “Este lugar me lo han recomendado mucho, a mis amigos les encanta” parece ser que su marco de referencia es externo. Pero, si la conversación es algo así: “Este lugar me encanta, me siento muy bien aquí, me han atendido en forma increíble!”, su marco de referencia es interno.
Y bueno, con relación al tema de la empatía, ya te darás cuenta que la forma en la que te comunicas con alguien, será más sencilla y fluida si sabes a qué le presta más atención, a la información que viene de fuera o a la información que ya tiene, por su propia experiencia.
Ahora, qué te parece si haces el ejercicio para descubrir cuál es tu metaprograma 2 y practicas comunicarte con alguien de tu mismo metaprograma y con alguien con el metaprograma opuesto. ¿Con quién fue más fácil? ¿Puedes hacer cambios para mejorar esa comunicación dado que ya conoces las similitudes y las diferencias de comportamiento? ¿Mejora la comunicación ahora que YA tienes conocimiento de DOS de los metaprogramas de la PNL?
Metaprograma 3: “PRIORIZANDO POR UNO MISMO O POR OTROS”
¿Cómo te fue en la revisión de tu segundo metaprograma? ¿Cuál es tu marco de referencia predominante? Quizá hasta identificaste en qué áreas usas más un marco de referencia externo y en qué otras usas más un marco de referencia interno. Y, lo más importante ¿Has descubierto mecanismos nuevos para mejorar tus vínculos ahora que ya conoces DOS de los metaprogramas de la PNL? Recuerda que la practica hace al maestro, así que ¡práctica!
Ahora te voy a platicar sobre el tercer metaprograma: Priorizando por uno mismo o por otros. Y, como previamente lo he hecho, te pongo un ejemplo:
En general, la mayoría de las personas somos conscientes de los otros: responden a las personas que están a su alrededor. Unos pocos están ensimismados e ignoran a las personas a su alrededor. Trae a tu mente a un profesor de tu escuela que te haya dejado “huella” y que lo recuerdas con cariño. Es muy probable que, además de aprender de él/ella, también estabas a gusto en su clase y con su trato. Sin embargo, seguramente también tuviste profesores que eran realmente brillantes pero que su forma de explicar y ocuparse de sus alumnos no era “tan padre”. Bueno, quizás estos últimos estarían mucho mejor en áreas de investigación, por ejemplo, en donde requieren de estar concentrados en su trabajo.
Y la pregunta obligada… ¿cómo puedo descubrir el metaprograma 3 en mí y en los demás? Observa la forma en la que te vinculas con los demás. ¿Prefieres estar solo, haciendo tus cosas, y entre menos tengas que interactuar con otros te es más cómodo? Entonces, tu metaprograma predominante es el de Priorizar a ti mismo. Si, por el contrario, te gusta el trato con la gente y estás atento a que estén cómodos y los escuchas con atención, tu metaprograma predominante es Priorizar a otros.
Y bueno, con relación al tema de la empatía, imagina que contratas a alguien que tiene un metaprograma de Priorizar hacia sí mismo y lo colocas en Servicio al cliente.. Upppsss!! Quizá no sea la mejor decisión. De hecho, colocar a la “persona adecuada en el puesto adecuado” es uno de los mayores problemas de la empresa. Y, si la persona no está en el lugar donde se va a desenvolver mejor, ¿cómo crees que será su empatía en el trabajo?
Ahora, qué te parece si haces el ejercicio para descubrir cuál es tu metaprograma 3 y te observas, por ejemplo, en tu trabajo. ¿Te encanta hacer equipo? O, prefieres tareas que puedas realizar solo y con la menor interacción posible dado que te es más fácil concentrarte en lo que tienes que hacer que en que la gente a tu alrededor esté cómoda.
Metaprograma 4: “SEMEJANZA VS DIFERENCIA”
Ahora vamos a revisar el metaprograma 4: Semejanza vs Diferencia. Este metaprograma está relacionado con una de las formas en las que procesamos información.
Ahora, escribe la relación entre estas tres figuras. ¿List@?
Bueno, pues hay varias formas en las que podrías describirlas. Podrías decir que todas son bailarinas, podrías decir que están bailando y que están usando un maillot. También podrías decir que todas están en una postura diferente o que dos de ellas tienen un pie apoyado en el piso, que las tres tienen los brazos levantados o que dos de ellas tienen los brazos separados mientras que la otra tiene los brazos casi tocándose las manos.
Hay muchas respuestas para describir la relación entre estas tres figuras, sin embargo, todas tienen enfoques diferentes. Es decir, ¿te fijas más en las semejanzas o te fijas más en las diferencias?
Conocer tu metaprograma: Semejanza vs Diferencia, te puede apoyar a darte cuenta de qué forma ordenas la información para aprender y asimilar las cosas. Así entonces, te invito a que averigües si tu estrategia para estudiar o aprender algo es la que más te ha funcionado o no.
A las personas que buscan las semejanzas se les conoce como “comparadores”. En el ejemplo de las bailarinas podrían decir: “Todas son bailarinas”. Si alcanzan a observar algunas diferencias entonces son “Comparadores con excepciones”, por ejemplo, podrían decir: “Todas son bailarinas pero una tiene los dos pies apoyados en el piso”
Ahora bien, las personas que buscan las diferencias se conocen como “diferenciadores”. En el ejemplo de las bailarinas podrían decir “Todas son diferentes, están bailando en diferentes poses”. Al igual que con los “comparadores”, también existen “diferenciadores con excepciones” que son quienes ven las diferencias pero alcanzan a distinguir algunas cosas en común.
Ahora imagina que tienes a un “comparador” en un trabajo donde las cosas son estables y hay pocos cambios, entonces quizá esté bastante contento con ese trabajo! Pero, si colocas a un “diferenciador” en ese trabajo, lo más seguro es que se frustre! Un “diferenciador” se adapta más fácil a los cambios y son bastante flexibles.
Como ya comenté en los bloques anteriores, esta clasificación no es estricta ya que varía según el contexto que nos encontremos. Lo valioso de comprender los diferentes metaprogramas es que podemos entender por qué cada persona puede comportarse de manera diferente frente a un mismo evento. Esto nos apoya a generar empatía y, por ende, una mejor forma de vincularnos. ¿Qué te parece?
Metaprograma 5: “POSIBILIDAD VS NECESIDAD”
Ahora toca revisar el metaprograma 5: Posibilidad vs Necesidad. Este metaprograma tiene que ver con las circunstancias en que decidimos hacer cambios en nuestras vidas.
Te voy a poner un par de ejemplos para ser más clara:
Metaprograma por necesidad: Marlín, el papá de Nemo
Metaprograma por posibilidad: Remy de la película de Ratatouille
Creo que empiezas a sospechar que me gustan las películas de Pixar… :)
Bueno, si recuerdas, Marlín estaba cómodo en un entorno seguro, donde estaban cubiertas sus necesidades y, sólo cuando no le quedó otra alternativa más que ir a buscar a Nemo, entonces estuvo dispuesto a hacer un gran cambio en su vida. Y si recuerdas a Remy de Ratatouille, esta pequeña ratita chef, siempre estaba buscando nuevas posibilidades (y sabores en la comida) y estaba dispuesto a salir de un entorno seguro y cómodo para encontrar aquello que él consideraba era su sueño, ser un chef.
Entonces, en tu día a día te invito a observar a aquellas personas que solo hacen cambios fuertes cuando ya están “contra la pared”… por ejemplo, bajar de peso cuando ya su vida está en peligro o, ir al médico cuando ya su salud está mermada o cambiar de trabajo cuando han sido despedidos (aunque quizá no sea el trabajo de sus sueños pero cumple con las “necesidades” básicas de sueldo y estatus, por ejemplo). Y, por otro lado, observa que hay personas que (relativamente fácil) están dispuestas a cambiar, a moverse de donde están, solo porque hay nuevas posibilidades de retos, aventuras y aprendizaje. Las primeras están dirigidas por la “necesidad” mientras que las segundas están dirigidas por la “posibilidad”. Y, como te he comentado antes, no es que una sea mejor que otra, simplemente entre más conozcas tus metaprogramas y los de los demás, podrás generar un entorno más empático!
Obvio, sin que esté escrito en piedra pero, en general, aquellos de la Generación X (nacidos entre 1965 y 1978) tienden a buscar “hacer carrera” en una empresa y tener un trabajo estable en la misma, jubilarse y recibir su pensión de retiro. Esta generación es muy confiable y leal en las empresas, el sentido de pertenencia es muy importante y necesitan saber que van a durar mucho tiempo en el puesto. Ahora bien, la Generación Y o Millenials (nacidos entre 1979 y 1996), son gente cuya preparación académica les es muy importante, conocieron un mundo globalizado y son nativos digitales. Para ellos, no es relevante “hacer carrera” en una empresa, para ellos lo más importante es seguir aprendiendo, les entusiasma el cambio y los retos, y no tienen demasiado empacho en cambiarse de un trabajo a otro e inclusive de un país a otro. No es que no sean leales en su trabajo pero hay que tenerlos en actividades que les requiera reto y que estén alineadas con sus valores, sin reglas “rígidas”, que los incluyan en las decisiones y el entorno de trabajo sea flexible… y ¡serán los más comprometidos!
Ahora, imagina cómo crees que funcione mejor un vínculo de pareja cuando sabes que tu pareja tiene un metaprograma por necesidad o por posibilidad. ¿Empiezas a darte cuenta cómo conocer esto puede mejorar muchísimo tus relaciones tanto laborales como personales?
Recuerda que esta clasificación no es estricta. Por ejemplo, conozco a gente de la Generación X que está dirigida por la “posibilidad” y a Millenials que están orientados a la “necesidad”. Lo valioso de comprender los diferentes metaprogramas es que podemos entender por qué cada persona se atreve o anima o elige hacer ciertas cosas y/o pertenecer o no a algún lugar/trabajo/pareja. Esto nos apoya a generar empatía y, por ende, una mejor forma de vincularnos. ¿Qué te parece?
Metaprograma 6: ESTRATEGIAS DE TRABAJO
Nuestro último metaprograma es: “Estrategias de trabajo: Independiente, de cooperación y de proximidad”. En los metaprogramas previos aprendimos qué es lo que motiva a las personas y así poder predecir, de alguna forma, sus acciones. Ahora, en este último metaprograma vamos a ahondar en las estrategias de trabajo que adoptamos.
En esencia tenemos 3 estrategias de trabajo:
Ahora bien, ¿quieres saber tu estrategia de trabajo? Identifica alguna tarea o proyecto en el que te sentiste muy satisfecho y contento. Ahora, recuerda cómo fue tu interacción con los demás… ¿preferías que te dejaran hacer tu trabajo en tus tiempos y a tu forma? O ¿trabajaste con un equipo y compartiste la responsabilidad de lograr el objetivo? O, por el contrario, ¿trabajaste con un equipo pero era claro que estabas a cargo de alguna parte del proyecto?
Y, lo más importante, ¿identificas la Estrategia de trabajo de la gente con la que trabajas? Es claro que si no tienes esta información clara, es posible que haya “choques” y discusiones en los equipos de trabajo. Por ejemplo, si eres una persona con estrategia independiente, te aseguro que tener un jefe que te esté checando, te pida que cumplas con un horario y lugar de trabajo riguroso, que te esté preguntando constantemente ¿cómo vas? Te empezará a sacar “canas verdes”!
Y, por el contrario, si hay algún proyecto en el que las responsabilidades están diluidas entre los participantes, y tienes una estrategia de trabajo de proximidad, seguramente no te sentirás muy a gusto porque quizá sientas que falta claridad de quién es responsable de qué, por ejemplo.
Así pues, lo mejor de conocer esta información, es que ahora puedes hablarlo con tu jefe y/o con tu equipo de trabajo, dejar en claro qué es lo que va a funcionar para cada uno, llegar a acuerdos de cómo se va a llegar a los resultados esperados, cómo tengo que dividir el trabajo y, quizá, hasta cómo debo dirigirme con cada uno para mantener un entorno laboral armónico.
Y, para cerrar con unos personajes de la película de LEGO, te comparto esta imagen y, si no la has visto, ¡te la recomiendo! A mí me encanta y más como facilitadora de la Metodología de Lego® Serious Play®, pues me fascina todo lo de Lego, ¡¡películas incluídas!!
Y voy a usar estos personajes para establecer la estrategia de trabajo de cada uno, vale?
Sin embargo, te invito a ver la película para que confirmes lo que en todas las entradas de este blog te he dicho. Nuestros metaprogramas no están escritos sobre piedra, quizá tengamos algunos dominantes pero, dependiendo de las circunstancias, podemos movernos a otro. Este es el caso, en la película de Lego, tanto de Batman como de Emmet!!
Y, con esto terminamos este blog de “PNL y Empatía”, de verdad espero te haya sido de gran utilidad y te invito a que pongas en práctica todo lo visto aquí. Recuerda que la práctica hace al maestro y estas herramientas te serán de gran utilidad si las aplicas en tu vida laboral y personal.
Un abrazo enorme, agradezco tu atención y¡nos vemos pronto!
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