Desarrollo Personal

27 de abril de 2019

Como profesora de una institución educativa, en ocasionas observo a jóvenes con conductas “no positivas”, que les ocasionan problemas, y me pregunto ¿Para qué está haciendo lo que está haciendo? Por ejemplo, en clase se hace el chistoso (conducta no positiva) para ser aceptado por sus compañeros (intención positiva). Claro está que lo hace usando conductas limitadoras (que le van a ocasionar otro tipo de problemas.. ( como el que lo saque de la clase).

Hay conductas en donde claramente podemos entender la intención positiva. Hacer ejercicio diario es una conducta “positiva” y puede haber distintas intenciones positivas detrás como bajar de peso, verse mejor, fortalecer sus músculos, rehabilitarse, o simplemente por una mejor salud. Es fácil comprender la intención positiva con conductas “positivas”. Sin embargo también hay conductas “negativas” que también tienen una intención positiva detrás. Esto es lo que NO es tan fácil detectar sin caer antes en el enojo, el miedo y la frustración.

Veamos un ejemplo. Seguramente algunos de ustedes han convivido con una persona manipuladora y se han dado cuenta de que no es una conducta muy “linda” que digamos. Entonces, la pregunta aquí es: ¿Para qué manipula? Ojo, observa que no pregunto “Por qué” sino “Para qué”. Si encuentras cuál es la distinción entre ambas formas de preguntar, ¡compártela en este blog!

Ahora, regresando al tema: ¿Tú qué crees?, ¿Para qué una persona adulta necesita manipular a otros? Bueno, quizás descubrió que de niñ@ lograba muchas cosas al manipular, como juguetes, dulces y atención. Había una intención positiva detrás de ese comportamiento. Sin embargo como adulto, esta confunda deja de ser funcional, ya que esa manipulación, tal vez ahora aleje a los demás. Lo grave de esto es que esta persona no se da cuenta y sigue utilizando un mecanismo que ya no le funciona y también deja de ver que existen otras opciones para cubrir esa necesidad.

Por lo tanto vemos que la intención positiva tiene como objetivo algún beneficio para la persona. En muchas ocasiones podemos no entender las conductas de otras personas y es fácil calificarlas y juzgarlas sin el conocimiento de qué hay detrás de esa conducta. Cuando alguien ejerce una conducta “negativa”, desde nuestro punto de vista, quiere decir que esa persona está librando una lucha interna por encontrar alguna forma de sentirse bien o de protegerse.

La PNL ofrece, por un lado, respetar la intención positiva, que siempre es valiosa y ayudar a la persona a cambiar la conducta por una más funcional. Querer cambiar la conducta sin respetar la intención positiva sólo crea resistencia y será inútil intentar cualquier modificación desde ese lugar.
Bueno, esta es la última entrada de este Blog dedicado a la PNL. Hay muchos otros temas muy interesantes os de la PNL, sin embargo, en este Blog hablé de los que yo considero los más relevantes. Espero te haya sido de utilidad e interés este Blog y ¡agradezco tus comentarios!

Con cariño, Angie