Desarrollo Personal

14 de abril de 2018

El éxito de una comunicación efectiva depende en la manera de cómo recibe el mensaje el destinatario, y no por la intención del comunicador. Por lo tanto, la responsabilidad depende del emisor y no del receptor.

Esto significa que ya no podemos seguir culpando a los demás por lo malos entendidos. Ya no es valido que digamos: “no es mi problema lo que tú entiendas sobre lo que yo digo.”

¿Recuerdas la frase, “El mapa NO es el territorio”? A esto me refiero, la gente opera a través de su interpretación de la realidad o su mapa del mundo. Cuando alguien interpreta algo distinto a lo que se le quiso decir, esto es un ejemplo de que la comunicación vale por lo que se recibió y no por lo que se quiso transmitir.

Y, ¿para qué te digo todo esto?... Mi intención es que te des cuenta que un buen feedback de la forma en la que te comunicas es que tu mensaje llegue de una forma clara ( y con la intención que tu querías ) a tu receptor.

Así que ya sabes, si tú quieres comunicar un mensaje y éste no se recibe como deseabas, es TÚ responsabilidad cambiar la forma en que estás enviando el mensaje, no es responsabilidad del receptor entenderlo.

En muchas ocasiones, cuando la comunicación no alcanza a comunicar el mensaje deseados, podemos perder los estribos y desesperarnos, enojarnos y hasta frustrarnos. Sin embargo, si eliges permanecer con esos sentimientos negativos, ten por seguro que la comunicación seguirá igual de mal ( ¡o peor! ).

Para evitar esto, te doy una recomendación: NUNCA PIERDAS DE VISTA EL OBJETIVO O META FINAL DE TU MENSAJE

Esto lo comenté en el blog anterior, ¿recuerdas? Siempre ten esta pregunta en tu mente: ¿Lo que estoy haciendo me acerca a mi meta? Y si tu respuesta es NO, ahora ya sabes que está en tus manos hacer algo diferente.

Te voy a pedir que traigas a tu mente un momento en el que el resultado de tú comunicación no fue el esperado, algo que haya ocurrido con tu pareja, tus padres, tus hijos, tu jefe o tus compañeros y, desde un lugar honesto, reconoce qué fue lo que no funcionó de TÚ parte y qué puedes hacer diferente la próxima vez. Sería genial que nos pudieras compartir tus hallazgos en este blog.

Espero que esta información te sirva para que mejores tus relaciones familiares y de trabajo.